Sin duda alguna, el sistema de frenos es una de las partes más importantes de un vehículo, ya que en esta se centra gran parte de la seguridad del mismo, es por esto, que es una de las mayores preocupaciones de los mecánicos, por la complejidad que acarrea, ya que deben ser perfectos.

Cuando se realizan reparaciones en estas partes, se hace necesario prestar mucha atención a cada una de las partes que forman este sistema.

Para esta revisión es muy importante que inicialmente el conductor del vehículo aporte al mecánico todas las novedades que actualmente está presentando y que son la razón de tener un funcionamiento incorrecto del vehículo.

Una de los componentes que se revisa con mayor intensidad es el líquido de frenos, siendo una parte fundamental éste sistema como tal, en este estudio se requiere de la comprobación de niveles adecuados del líquido para frenos y que el depósito esté limpio.
Asimismo, se durante este proceso se busca si se presenta algún tipo de fuga, una forma de detectarlo es revisando si la tuerca de sujeción se encuentra húmeda.

Revisión del cilindro maestro. También conocido como bomba de frenos. Hay que controlar que los orificios de ventilación en la tapa del depósito del cilindro estén limpios y abiertos.

Las averías más frecuentes que se presentan suelen ser: las fugas en el circuito, los niveles bajos del líquido, algún líquido contaminante y aire en el sistema.

Estas situaciones suelen solucionarse por medio del reemplazo de las piezas defectuosas, llenando el líquido de forma correcta (con el recomendado por el fabricante), en casos donde se ha llenado con algún líquido inadecuado, se debe limpiar con alcohol metílico y luego rellenar.

Resaltamos que las soluciones van dadas con respecto al tipo de freno que se posee, ya que pueden ser:

  • Freno neumático: utilizado principalmente en camiones, trenes y maquinaria pesada.
  • Frenos mecánicos: es empleado únicamente para pequeñas potencias de frenado y requiere de frecuentes ajustes para igualar su acción sobre las ruedas.
  • Frenos hidráulicos: aprovecha la acción multiplicadora del esfuerzo ejercido sobre un líquido oleoso incompresible.
  • Freno de estacionamiento: también llamado freno de mano y freno de emergencia, es un freno que inmoviliza el vehículo de forma permanente.
  • Freno eléctrico. Hay dos tipos: freno regenerativo y freno reostático.

En nuestro taller mecánico, te ofrecemos un trabajo de la alta calidad, ya que comprendemos la importancia de que su vehículo se encuentre en óptimas condiciones.

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